lunes, 26 de noviembre de 2018

EVOLUCIÓN DE LA DIRECCIÓN ARTÍSTICA




Los primeros decorados de cine fueron simples telones pintados de teatro. Estas telas pintadas eran una convención con la que el público se conformaba. En las escenas de interiores, las molduras, los cuadros y los muebles estaban casi siempre pintados en el telón. De todos modos, con la iluminación uniforme que se empleaba en aquella época, unas molduras reales no hubieran tenido relieve en la imagen.



Por ejemplo, para evitar la apariencia plana de las escaleras debido a la luz, los operadores alemanes enseñaron a los directores artísticos a pintar con un tono más oscuro el frente de los escalones. Así se acentuaban las sombras.



Como observa Javier Hernández, ya en los inicios del cine se aprecia una tensión dialéctica entre las imágenes documentales de los hermanos Lumière.

 

y la fantasía propuesta por Georges Méliès,


el primero que orientó decididamente el nuevo invento por la vía de la ficción.
Su opción por la imaginación estaba íntimamente ligada a la reconstrucción artificial de ambientes. Gran pionero en la utilización de decorados en el cine, fue así como se convirtió en el primer director artístico. 

Méliès no se equivocó cuando decía: la fantasía es la parcela privilegiada del cinematógrafo. Aunque todavía primitivo y teatral, los diseños de Méliès eran algunos de los más innovadores de su época. Fantásticos y extraños, ejercieron una profunda influencia no sólo sobre sus contemporáneos, sino también en los surrealistas casi dos décadas más tarde. Como muchos de los primeros directores, productores y actores, los primeros directores artísticos eran veteranos del teatro que trajeron consigo las tradiciones teatrales.



Léon Barsacq identifica 1908 como el año clave en la evolución del diseño cinematográfico. Hasta entonces, la cámara había sido un espectador inmóvil de la acción. El diseño de los comienzos simplemente tomó prestadas técnicas teatrales tales como el telón de fondo pintado. Pero en 1908 la cámara dejó de estar fija en el trípode y comenzó a adentrarse en la acción y a moverse como su fuera uno más de los personajes. 



Esto fue el final del teatro filmado y el comienzo del cine, lo que obligó a los cineastas a construir decorados más realistas en tres dimensiones con el fin de mantener la ilusión.
Los directores y productores tenían ahora que buscar nuevos modos de satisfacer el hambre del público por ver algo que no habían visto nunca.

En las dos primeras décadas del siglo, el diseñador, cuyo nombre oficial era director artístico, desempeñó un papel fundamental cuando el cine se volvió cada vez más ambicioso en escala y en espectáculo: Cabiria, Intolerancia, los diez mandamientos, Metrópolis y Napoleón .Gracias al trabajo de estos artistas y sus departamentos, eran capaz de transportar al espectador a lugares exóticos y de revelar sorprendentes visiones del futuro.




Otro acontecimiento procedente de Europa con gran influencia en Hollywood fueron las investigaciones expresionistas alemanas iniciadas por la asombrosa El gabinete del Dr. Caligari.


En los años veinte, los alemanes, para los que el decorado era una arquitectura en el espacio que se podía explorar en tres dimensiones, andaban a la cabeza. En películas como Fausto, los decoradores Herlth y Röhrig no construyeron enteramente cada decorado, sino tan sólo lo que el público vería a través de la cámara.



En la misma época, el arte del decorado en Francia sólo progresaba con las películas estilizantes de Jean Epstein.


y Marcel L’Herbier.



En Estados Unidos, las clases medias comenzaron poco a poco a aceptar el cine como un arte respetable elaborado por especialistas formados en las disciplinas tradicionales. En este afán por otorgar prestigio al nuevo arte encontramos al magnate de la prensa William Randolph Hearst.


Otros directores artísticos supervisores, como Anton Grot y William Cameron Menzies, se caracterizaron por su concepción del diseño cinematográfico como ilustración. 
Diseñaban plano a plano la producción de sus películas, definiendo el aspecto visual global de muchas películas y sugiriendo ambientes, la colocación de personajes, la disposición de movimientos, la sucesión de plano y la iluminación. Todo esto era llevado a cabo mediante el dibujo, pues Grot y Menzies eran ante todo ilustradores que visualizaban el relato y lo plasmaban en complejos storyboards.




Los pintores, ilustradores y escenógrafos teatrales debían someterse a la disciplina de los constructores, con lo que no resulta sorprendente que los supervisores artísticos de los grandes estudios fueran básicamente arquitectos.

El paso al color de finales de los treinta y principios de los cuarenta había cambiado fundamentalmente el arte del decorado. 

Actualmente, el cine fantástico recurre mucho a las maquetas y a los decorados pintados, devolviendo parte de su antigua influencia al departamento artístico. Sin embargo, nos hallamos en un nuevo el contexto donde la imagen es, cada vez más, producto de superposiciones y de manipulaciones fotográficas, cuya creación se realiza tanto en el laboratorio, sobre la película, como en el estudio.

Aunque el decorado en el cine parece haber emprendido un declive irreversible (especialmente con la desaparición de numerosos estudios y de los oficios que se ocupaban de su realización), lo cierto es que rodar en lugares recreados tiene un interés económico.

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