martes, 18 de diciembre de 2018

2001, UNA ODISEA EN EL ESPACIO. 50 ANIVERSARIO DE LA OBRA MAESTRA DE KUBRICK.


Este 2018 se cumplen 50 años del estreno de esta obra maestra de Stanley Kubrick, a la que hemos querido conmemorar en esta entrada, analizando sus elementos artísticos y como pasó de ser una película incomprendida a ser considerada una película de culto.

EL TEXTO CONTIENE SPOILERS. 

El origen de un mito fílmicamente hablando.

Basados en el cuento “El Centinela”, de Clarke (1948), que escribió para un concurso de la BBC, los autores establecieron un ir y venir entre filmación y guión a contrapelo total del modo de producción hollywoodense tan dado a etapas precisas y rígidas. Clarke menciona en Los mundos perdidos de 2001 como él veía los rushes de la filmación y, por su impacto visual, modificaba el guión que Kubrick filmaría en los días siguientes. Lo que permaneció del cuento fue la idea matriz de una “alarma cósmica” en la Luna, que anuncia a los extraterrestres que la humanidad ha alcanzado un grado mínimo de inteligencia al ser capaz de viajar en el espacio. Clarke retomaría la idea de las civilizaciones viajeras en el espacio a una escala más grandiosa en su saga de Encuentro (o Cita) con Rama, Rama II, El jardín de Rama y Rama Revelado, cuyos últimos tres libros escribió junto con Gentry Lee.


La producción se llevó 4 años de trabajo hasta el estreno, el 6 de abril de 1968 en Nueva York, de la versión final que conocemos. Días antes Kubrick reajustó la edición, quitó un prólogo científico de entrevistas documental e insertó letreros para las etapas de la historia (El amanecer del hombre, Misión Júpiter: 18 meses más tarde, Júpiter y más allá del infinito). Tardó 4 años por el perfeccionismo realista con el que creó toda la cinta. Su comportamiento estaba ligado a la mentalidad ajedrecística (juego que fascinaba al director), con su inteligencia abstracta, cálculo de probabilidades y reflexión sobre todas las posibles consecuencias de la decisión de mover una pieza. Existe un paralelismo “en espejo”, que no es gratuito, entre las relaciones estructurales y abstractas del ajedrez y las relaciones que se establecen entre personajes y elementos de la narración.


2001: odisea del espacio trata del pasado el hombre y su futura vida en el espacio. Trata de la preocupación de la jerarquía del hombre en el Universo, que probablemente es muy baja. Es sobre las reacciones de la humanidad ante el descubrimiento de inteligencia superior en el Universo." Sir Arthur C. Clarke.


Cuando en 1964, Kubrick le propuso a Clarke crear en conjunto “la proverbial película de ciencia ficción” nadie pudo predecir el resultado: Desde su estreno hace 50 años 2001: odisea del espacio pasó de la incomprensión casi general a ser película de culto de amplia difusión, imprescindible los amantes del cine de arte y la buena ciencia ficciónfílmica.


Mucha tinta ha corrido sobre su estructura, música, efectos especiales y mensaje. Cómo ocurrió con los jeroglíficos egipcios, en los primeros días de proyección el público estaba maravillado con las imágenes y deseaba “comprender” la historia; cómo con los jeroglíficos egipcios, logró entender que la clave era la abstracción con que se manejada la cinta: la historia y su sentido siempre estuvieron allí, en pantalla, esperando ser captados cuando los percibiéramos con mente abierta.


Kubrick y Clarke esperaban este esfuerzo intelectual de parte de los espectadores y siempre confiaron en ellos y su capacidad como cinéfilos. Sabían de lo que éramos capaces y elevaron, sin concesiones, los estándares estéticos de la ciencia ficción en el cine por encima del cinebasura en que se había convertido el género, con honrosas excepciones.


Kubrick sabía lo que buscaba: “No me gusta hablar mucho de 2001porque esencialmente es una experiencia no verbal… Creo que hay un problema básico con la gente que no presta atención con sus ojos. Están escuchando. Y no obtienen mucho de lo que escuchan en este film. Aquellos que no crean en lo que ven sus ojos no serán capaces de apreciar este film”, comentó desde 1966.

Kubrick dijo la verdad: la información completa para entender 2001 siempre estuvo en pantalla y hoy mismo se puede verificar en el DVD. ¿Qué sucedió en 1968 para que la parte del público y críticos con más edad no vieran lo evidente pero los jóvenes sí?


Dos cosas.

1.- El director sometió a todos los elementos cinematográficos y fílmicos que se conjuntaron en el film a una puesta en escena y visualización que estaban empapados de dos características: la abstracción y la no redundancia en el mensaje. La abstracción consistió en eliminar recursos que normalmente se usan en el cine comercial y a los cuales el público estaba acostumbrado a decodificar de manera automática: explicaciones de la historia y acciones vía diálogos de los personajes, multiplicación de imágenes en un montaje reiterativo que subrayan lo que pasa en la trama, gestos y movimientos de los actores que dan a entender sus reacciones frente a lo que pasa, escenografía y utilería (los ambientes y objetos) que suman su presencia cultural al sentido de la película.


Todos estos elementos, codificados de tal forma que los espectadores se acostumbran a comprenderlos “así y no de otra forma” alternativa en pantalla, fueron reducidos por Kubrick a su esencia. En un acto genial de minimalismo artístico en el cine separó las cualidades de objetos, personajes, trama argumental, imágenes, edición y prescindió sistemáticamente de toda característica superflua e irrelevante que no fuera pertinente para la estructura, sustancia y expresión final de 2001: odisea del espacio.


Como complemento, el director no repitió en pantalla los datos que presentaba. Los mostró una sola y única vez, con excepción de la aparición de los monolitos que, como veremos, eran símbolos y signos visuales de cambios sustanciales en la narración de la película. De esta forma, la atención del cinéfilo siempre tenía que estar concentrada para captar y comprender las relaciones que se establecían en el desarrollo de 2001: odisea del espacio, pues los elementos estructurales clave sólo aparecen una vez. No hay redundancia ni reiteración y el enfoque intelectual es impactante gracias al acento en imágenes y elementos no verbales en primera instancia.


Con los años, se comprendió que la abstracción que Kubrick plasmó en 2001 hundía sus raíces en la mejor tradición del cine mudo. Lo que sorprendió al público en 1968 fue la renovación creativa de elementos manejados por Griffith, Eisenstein, Pudovkin, Dreyer y otros, que “se olvidaron en el camino” pero que el director renovó, como hemos visto, con fuertes tintes minimalistas.

Por desgracia, muchos críticos estadounidenses no entendieron las claves de abstracción y no redundancia: destrozaron el film por su incapacidad personal de percibir el cambio, “lo nuevo en el cine” y se burlaron de obra y creador. Un ejemplo es la inefable Pauline Kael. Esta “crítica” jamás corrigió su error ni pidió disculpas a sus lectores. En cambio, cuando hay humildad intelectual, el crítico acepta su error y corrige su apreciación estética, como en el caso de Joseph Gelmis: primero rechazó el film, lo vio una segunda vez y corrigió su apreciación, y terminó por ser uno de sus defensores más célebres.



2.- Los elementos de cinebasura que vivían enquistados -como parásitos estéticos- en el género de la ciencia ficción fílmica / cinematográfica o SciFi complicaron para el público la lectura correcta de 2001: odisea del espacio en su estreno. Con honrosas excepciones, durante el apogeo del género en los 50 se proyectaron cintas cuyos elementos dominantes eran el terror y horror, no la estructura lógico-científico que sostenía al género en el campo de la literatura y que produjo en esos años maravillas escritas (City, de Simak, por ejemplo; hoy, Necromancer, de William Gibson). Se inundaron las pantallas con monstrazos, vampiros, “robots locos” para estupidizar y explotar al público juvenil recogiendo dólares a cambio de “emociones baratas” y platillos voladores. Contra este fondo de cinebasura, , fue que Kubrick le sugirió a Clarke generar “la proverbial película de ciencia ficción”.


Hasta el momento existían pocas cintas dignas de ser llamadas de ciencia ficción (Metropolis, Things to come, Forbidden Planet, The Day the Earth stood still, según lista de Clarke, a la que añadió cintas posteriores como Star Wars, Close encounters of the third kind (revisada) y Blade Runner (versión de los productores de 1982).

Por eso, ambos creadores decidieron dar vida a una cinta con sentido cósmico y humano proveniente de la mejor tradición del género literario, filmada con rasgos realistas al servicio de la historia narrada por medio de efectos especiales de máxima calidad.



Tan es así que los efectos especiales se llevaron una gran cantidad del dinero investido, generaron tecnologías nuevas de punta para lograr el realismo que se pretendía, y los técnicos que participaron formaron una nueva generación que enriqueció las siguientes producciones y elevaron sensiblemente la calidad visual de las posteriores cintas del género. Por ejemplo, Douglas Trumbull utilizó su experiencia para recrear Saturno (primer planeta considerado para 2001, pero luego fue Júpiter) en su propia película de ciencia ficción Silent Running.

En referencia a los efectos especiales, Kubrick creó toda una organización para los efectos especiales, pero su finalidad fue ponerlos al servicio de la historia y que no fueran un fin en sí mismo. Están al servicio de la historia y son realistas; por ejemplo, recrean las alteraciones de las coordenadas espaciales que se dan por la falta de gravedad (las azafatas de PAN AM que giran en el espacio, las posiciones extrañas de Bowman y Poole en el Discovery, etc.). Es el máximo logro técnico del cineasta, siempre al servicio de la concepción cósmica de su película.



Arte y estética en el film.

La obra presentada por Kubrick es un referente no solo de efectos especiales, sino de composición visual y estética que caracteriza a la cinta, desde la paleta de colores hasta la proporción simétrica que se puede apreciar en la mayoría de las escenas. Haciendo uso de los contrastes y complementando con la música, se crea una atmósfera espacial que transcurre a lo largo de tensión y desesperación de los personajes, viajando por un ambiente desconocido que permite al espectador vivir la experiencia de una manera completamente diferente. Es por ello que resulta conveniente analizar cada uno de los componentes estéticos que se encuentran en la película.


Elemtos artísticos.

La película “2001: una odisea del espacio” es una obra de arte, en la que la fotografía es exquisita para la vista del espectador, de la cual Kubrick dice: "intenté hacer una película que fuera una experiencia visual que trascendiera las limitaciones del lenguaje y penetrara directamente al subconsciente, con una carga emotiva y filosófica. Quise que fuese una experiencia subjetiva vivida intensamente y que llevase al espectador a un nivel interno de conciencia, del mismo modo que logra hacer la música". Por lo que la expresión de la forma no se limita a una secuencia de imágenes, sino que es una experiencia completa en sí misma, podría parecer que es un formato tradicional, pero no se limita a la proyección de una historia del espacio, ya que te lleva a la reflexión ideológica en una travesía en las reacciones del comportamiento humano.



La película está conformada por tres situaciones, la primera con los homínidos primitivos; donde se aprecian tomas en planos generales, en las que se muestra el paisaje donde se desarrollarán las escenas, haciendo uso de ángulos neutros; la iluminación aumenta conforme va llegando el ocaso, cambiando de tonos cálidos a tono fríos. La musicalización también es otro acierto, ya que deleita al oído con música clásica, en esta primera situación, con la composición musical de Richard Strauss - Also Sprach Zarathustra, aquí se puede ver como unifican la musicalización con la cámara lenta, asociando el acierto del homínido que tuvo después de encontrarse con el monolito (imagen 1); la segunda, el viaje del Dr. Floyd a la luna para investigar la anomalía del Cráter Tycho, aquí rápidamente es insertada la musicalización, iniciando con The blue danube waltz-Johann Strauss II, con tomas generales, hasta el punto de parecer que la nave espacial va en cámara lenta, logrando una perfecta sincronía; el departamento de arte también logra que las escenas sean digeribles para el espectador, ya que la gama de colores se adaptan al evento deseado (imagen 2); tercera y última, la misión a Júpiter, la musicalización, es una obra de Gyorgy Ligeti-Atmospheres que origina un ambiente de suspenso, con tintes de terror por la perfección de la inteligencia artificial, HAL 9000. Las tomas pasan de generales hasta primeros planos, para apreciar las expresiones de los actores (imagenes 3 y 4).

Imagen 1.

Imagen 2.

Imagen 3.

Imagen 4.

Conforme se van desarrollando las situaciones, van apareciendo unos monolitos, los cuales dan inicio a una nueva etapa, se asocian con el conocimiento, lo desconocido, la evolución. Es así, como cada una de las situaciones anteriormente descritas concluyen. Originando en el espectador confusión, aunque también lo impregna con una sensación nostálgica, haciéndolo reflexionar con la misma creación. Es aquí donde se puede apreciar que la sustancia de la obra es mayor a la historia de un viaje, pues a través de la cinta se puede llegar a un análisis incluso de la evolución humana, o del papel del hombre en el universo, donde suele ser egocéntrico ante la inmensidad de los desconocido.



El arte dirigido por Kubrick ofrece una experiencia única, en la que no solo logra fusionar sustancia y forma, sino que se complementan, por lo que la técnica es indiscutible, logrando con esta película expandir el género de ciencia ficción. La técnica de Kubrick es muy clara, su cualidad pretenciosa en su arte es imprescindible, así como Errigo, A. se expresa de la obra: "influyente, pero todavía única, fríamente distante, obsesiva, pretenciosa, discutible, desconcertante, siempre fascinante... todo eso es 2001". La técnica que se ocupa para la realización de sus películas, es en realidad un sello característico que se nota en todas sus obras, logrando ser un personaje representativo del séptimo arte.

Corrientes artísticas

Una de las particularidades de la creación cinematográfica es la capacidad de retomar elementos de diversas vanguardias artísticas y retomarlas para la creación de una obra completamente nueva. A lo largo de la historia, las corrientes artísticas han servido como una fuente de apoyo para expresar una situación social, en la cual se pueden transmitir las sensaciones comunes a través de las películas, es así como estos referentes sirven para comunicar mensajes específicos en cintas que no corresponden a la misma época.
En 2001: Odisea del Espacio se puede identificar la influencia de diferentes vanguardias artísticas anteriores a la época que se produjo la cinta. Se retoman elementos del arte pop, del surrealismo y del new american cinema.


Fuentes de las que se ha obtenido la información:





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