sábado, 10 de noviembre de 2018

''DESTINO'', EL SURREALISMO DE DALÍ Y LA MAGIA DE WALT DISNEY

Las carreras de estos dos genios se cruzaron por primera vez en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) en 1936. Año donde el MOMA acogió varias obras de Dalí en la exposición Arte Fantástico, Dadaísmo, Surrealismo, así como muestras del cortometraje de animación de Walt Disney ,Three Little Wolves.
En 1944, comenzó el intercambio de ideas entre Disney y Dalí, quien se trasladó a vivir a EEUU a causa de la Segunda Guerra Mundial.


Allá por enero del año 1946, Salvador Dalí firmó un contrato con Walt Disney  para realizar un cortometraje de animación que se llamaría Destino. Para trabajar en el proyecto, el pintor se instaló en los Disney Studios de Burbank (California), lugar donde procedió al desarrollo del argumento y a la realización de los dibujos y óleos. 

Five O’Clock Shadows in Disney-Dali Land. Todd Schorr, 1996.

El concepto original de Dalí, gira en torno a la importancia del tiempo cuando esperamos que el destino llegue a nuestras vidas. La canción escogida como banda sonora del film (con el mismo título que el cortometraje), del mejicano Armando Domínguez, inspiró fuertemente al pintor en el desarrollo de su trabajo.
Por desgracia, debido a los problemas económicos de la época, abandonaron el cortometraje que no vería la luz hasta 2003.


        Bocetos de Salvador Dalí para Destino


La historia trata de una anónima muchacha en busca del amor, donde su hombre ideal no se encuentra en este mundo ni es de este tiempo. Sus destinos están escritos y sus vidas separadas, emergiendo en línea recta un único lazo de unión que atraviesa el pecho de una imponente escultura y descansa a la altura del campanario más femenino jamás representado en la historia de la animación. 

          Fotograma del cortometraje Destino

Este pequeño resumen no es más que una idea general de lo que se puede encontrar en el corto que está lleno de simbolismo y metáforas. Realmente merece la pena emplear 6 minutos y 31 segundos para contemplar esta obra de arte que, a pesar de estar retomada casi 60 años después, conserva el espíritu tanto de Dalí como de Walt Disney. 



Pero la amistad de Dalí y Walt Disney no solo nos dejó este maravilloso corto sino que también influyó en películas como  Dumbo (1941),  La Cenicienta (1950), Alicia en el país de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953)

Boceto de Mary Blair para La Cenicienta de Disney, de 1950.




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